Antes de empezar a hablar de los estados de ánimo es importante hablar de las emociones. El término emoción está muy presente hoy en dí en nuestra vida.
Pero ¿A qué llamamos Emoción?
Las emociones se han tratado mucho a lo largo de la historia de la Psique humana. Sin embargo, solo estudios recientes han demostrado la existencia de las mismas. Por lo tanto ¿Qué entendemos por Emoción? Las emociones son reacciones automáticas que todos experimentamos. Por ejemplo, alegría, tristeza, miedo, ira. Son conocidas por todos nosotros y se originan por pensamientos, sucesos, recuerdos, anhelos, acciones,sentimientos, etc. Esto lo vimos claramente en la película «Del revés o Insight out» en donde se muestran claramente las emociones primarias y como la niña (la protagonista de la Película), las vivencia.Nos damos cuenta que cuando surgen, se producen cambios psicológicos, fisiológicos y psicosomáticos. Y se pueden producir por circunstancias particulares que las generan.Es decir, hay un acontecimiento que precipita la emoción.
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Sin embargo, los estados de ánimo son algo muy distinto de las emociones. Los estados de ánimo no los podemos relacionar con acontecimientos determinados. Cuando la emocionalidad perdura o si un estado se mantiene en el tiempo a esto lo denominamos estados de ánimo. Nuestra manera de hablar, de expresarnos, de movernos, nuestra comunicación No-verbal delata nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, si digo «Me siento triste» o «Estoy preocupado» este es nuestro estado de ánimo. Es como si nos poseyese. Pensamos que no hay solución, que no hay salida ¿Esto significa que no podemos hacer nada al respecto? Si los observamos podemos cambiar los estados de ánimo. Nosotros somos mucho más que nuestros estados de ánimo. El problema viene cuando se apropian y viven de nosotr@s. Con lo cual, si somos capaces de observar nuestros estados de ánimo, podemos intervenir en los mismos. Permitirnos estar en ellos es una decisión nuestra pero puede condicionar la forma en que realizamos las acciones en nuestra vida. Si la manera en que condicionan estas acciones nos hace daño hay que actuar de manera inmediata sobre el estado de ánimo.
Para tratar nuestros estados de ánimo voy a dar estos sencillos consejos:
- Conviértete en observador de tus estados de ánimo. Esto significa identificarlos y trabajar tu percepción sobre ¿Cómo te estás sintiendo en el momento presente?. Cualquier pensamiento o sensación anótala en un cuaderno.
- Reconoce que no eres el responsable de ese estado de ánimo en el que te encuentras. No lo has generado. No eres el productor del mismo pero sí de permanecer en él.
- Para reconocerlos formúlate las sientes preguntas: ¿Cómo estoy juzgando a la gente que me rodea? ¿Qué ideas tengo acerca de mí mism@? ¿Qué juicios tengo en relación a mi pasado, presento o futuro?
- Una vez identificado ese juicio o pensamiento que nos lleva a estar en ese estado de ánimo podemos examinar su veracidad o falsedad y el abanico de posibilidades que tenemos para darle respuesta al mismo.
- Una vez que lo hemos examinado lo siguiente es buscar como dar respuesta y movernos a la acción. Tomar decisiones que nos permitan salir de ese estado de ánimo. Es decir, buscar soluciones.
- También es importante detectar si tendemos a repetir ese estado de ánimo una y otra vez de forma recurrente.
- No debemos olvidar que nuestro cuerpo está íntimamente unido a nuestros estados de ánimo. Cuidarlo, quererlo, hacer ejercicio y también utilizar diversos recursos como la Músicoterapia, La respiración Holotrópica, el Alba Emoting, el mindfulness, yoga u otros tipos de recursos psicológicos nos pueden ayudar a conectar con nuestros estados de ánimo.
- Si te escuchas y cambias tus conversaciones internas puedes ocasionar un cambio en tus estados de ánimo.
No olvidéis que siempre nos encontramos en un estado de ánimo.A veces, estamos en uno y otras en otro.Si el estado nos domina y empezamos a sentirnos mal es que este estado de ánimo es reiterante.
El propósito de estos consejos es ser consciente de tus estados de ánimo y también, ganar herramientas para reconocerlos y encontrar recursos para encontrarte mejor.
Psicóloga Clínica: Stella Castro Miranda
